¿Por qué necesitamos la luz del sol?
La luz ultravioleta estimula la producción de vitamina D, clave para fortalecer los huesos, el sistema inmunológico y protegernos contra enfermedades autoinmunes. Además, activa la tirosina, un aminoácido que favorece la producción de dopamina, una hormona que mejora el ánimo, la inteligencia y las ganas de vivir. Por eso, durante el invierno y los días lluviosos, cuando hay menos luz solar, podemos sentirnos más melancólicos.
El mito del melanoma y las manchas
Contrario a lo que se piensa, el melanoma no está directamente relacionado con la exposición al sol. De hecho, muchas personas con esta enfermedad presentan bajos niveles de vitamina D. Por otro lado, las manchas como el melasma no son culpa del sol, sino una respuesta del cuerpo a una falta de exposición adecuada. Evitar el sol puede agravar estos problemas.
La clave está en la fotoadaptación un proceso mediante el cual tu piel se prepara para recibir la luz solar sin sufrir daños. Inicia con exposiciones breves a la luz infrarroja (antes de las 10 a.m.) y aumenta gradualmente hasta incluir la luz ultravioleta. Esto permite que tu piel se adapte, evitando quemaduras y favoreciendo un bronceado uniforme y saludable.
¿Y los bloqueadores solares?
No todos los protectores solares son seguros. Algunos contienen químicos que pueden ingresar al torrente sanguíneo y ser perjudiciales. Opta por bloqueadores naturales o utiliza métodos físicos, como sombreros y ropa protectora, para regular tu exposición.
Las enfermedades oncológicas están relacionadas con los melanocitos, las células productoras de melanina, es el temido Melanoma. Curiosamente, la epidemiología señala que no se origina por exceso de exposición al sol, todo lo contrario, la comunidad de pacientes con esta inconsolable condición, como regla presentan niveles bajos de vitamina D, y además la zona donde aparece el melanoma no siempre viene a estar expuesto a la Luz. Por ejemplo, conocí una mujer que tenía una lesión maligna de melanoma en la vulva, no era nudista y vivía en una ciudad muy nublada, le mandé un examen de vitamina D y su nivel en plasma era de 11 ng/ml. Lo normal y recomendado es tener un nivel de vitamina D superior a los 60 ng/ml, no 30 ng/ml como sugieren algunos laboratorios, lo cual es un nivel en plasma que protege de la osteoporosis, pero no de enfermedades oncológicas ni de enfermedades autoinmunes.
El sol es una medicina gratuita que no solo mejora la salud de tu piel, también regula hormonas como el cortisol y el estrógeno, ayudando a prevenir enfermedades hormonales y tipos de enfermedades oncológicas dependientes de estas hormonas.
¿Cuánto sol es suficiente?
La foto adaptación consiste en primero exponerse solo a la luz infrarroja y luego dosis breves y graduales de luz ultravioleta hasta que el cuerpo se vaya adaptando. En general, la luz infrarroja aparece antes de las 10 am, y luego de las 10 am tenemos una mezcla de IR y UV. No es correcto que debamos exponernos solo a horas tempranas, o tarde en la tarde, ya que la parte más medicinal, es ese 2% del espectro solar que llamamos ultravioleta. Una vez fotoadaptado el cuerpo puede estar expuesto a largas horas de sol, la piel se vuelve en un panel solar que nos provee energía.
No existe una fórmula única, ya que depende del índice UV, tu tipo de piel y la estación del año. Existe un App D Minder que mide el índice UV en un momento dado, nos indica cuanto tiempo es prudente exponerse. Índice UV 1-2 es bajo, 3-5 es moderado, alto es 6-7, muy alto es 8-10, y extremo es mayor a +11.
Conclusión
El sol no es un enemigo; es una herramienta poderosa que puede transformar tu salud. La clave está en aprender a usarlo de forma consciente y responsable. Recuerda, la salud no solo se encuentra en medicinas y suplementos, sino en los regalos simples y naturales que nos rodean: luz, agua, aire y tierra.
Con estas reflexiones espero que se entienda por qué un estudio en Suecia determinó que para la longevidad la falta de exposición al Sol es semejante a fumar cigarrillos.
Exponte al sol, pero hazlo con sabiduría.
Tu cuerpo te lo agradecerá.
REFERENCIAS:
Avoidance of sun exposure as a risk factor for major causes of death: a competing risk analysis of the Melanoma in Southern Sweden cohort. P. G. Lindqvist, E. Epstein, K. Nielsen, M. Landin-Olsson, C. Ingvar, H. Olsson First published: 16 March 2016. https://doi.org/10.1111/joim.12496